Sobre el antecedente más remoto en introducir una puerta diferente a la convencional que hoy conocemos (formas cuadradas y de apertura lateral) existe un documento histórico que demuestra que un pequeño fabricante alemán con el nombre de Anker, afincado en Berlín, patentó una puerta corredera para acceder a los asientos traseros de un coche de viaje. Dicho certificado se lo concedió el Reich alemán entre 1918 y 1920, lo que significa que por lo menos en Alemania no existía antecedente (reconocido) de aquella idea. Parece ser que no suponía tarea fácil, o bien tampoco se había planteado como alternativa práctica y con futuro, montar una puerta de tales características en un automóvil.
Las carrocerías de los coches de caballos eran cajas altas y cuadradas. Semejantes formas ofrecían tanta resistencia al aire que los animales debían trabajar duro para moverlas. Con la llegada del automóvil y de las primeras carreras, el afán de ganar velocidad impulsó la búsqueda de líneas más aerodinámicas. Amedée Bollée fue uno de los pioneros. Redondeó la parte delantera y trasera de su Torpilleur, un vehículo participante en la carrera París-Amsterdam de 1898. Era destacable el laborioso trabajo que hubo de realizar en la parte anterior, para encajar en esa línea circular el enorme radiador del motor. Justo debajo de éste, y algo adelantado, contaba también con un apéndice redondeado a modo de rudimentario spoiler.
Pasó más de una década, desde la aparición de los primeros vehículos a motor, hasta que el volante logró imponerse como sistema más idóneo para dirigir la trayectoria de un automóvil. Y aún hoy día, surgen ideas revolucionarias que plantean métodos diferentes a la tradicional columna de dirección y volante circular.
Se ha experimentado mucho con distintos planteamientos que facilitasen el manejo el automóvil, desde la llamada cola de vaca, una larga caña curvada, hasta diferentes tipos de manillares, palancas y manivelas. También se han intentado utilizar los pies para hacer girar el automóvil, mientras que las manos se encargaron de acelerar o frenar...
En 1996 Mercedes presentó como gran novedad el SLK con techo variable (Variodach), un coupé con techo duro que se podía escamotear en el maletero, transformando el coche en un elegante descapotable. También esta idea novedosa tiene un sinfín de antecedentes en la historia del automóvil...
La evolución de los automóviles eléctricos, en uso desde hace más de cien años, no tuvo el mismo ritmo frenético que la de los automóviles con motor de gasolina. El coche híbrido, que combina dos propulsores diferentes para restar las desventajas de cada uno de los distintos conceptos, tampoco es una idea nueva. Nació fuera del ámbito del automóvil. En 1890, W.H. Patton exhibió en Chicago un tranvía con propulsión híbrida. Un motor a gas movía un generador que suministraba corriente a dos motores eléctricos, y éstos a su vez transmitían la fuerza a las ruedas. Entre la dinamo y los motores eléctricos iban colocados unos acumuladores como reserva de energía, que era transmitida al conjunto en caso necesario...
La tracción sobre terreno de mínima adherencia siempre fue un desafío para los técnicos del automóvil. Los primeros intentos de reemplazar las ruedas por otros elementos que garantizasen un mejor agarre en terrenos difíciles datan de principio del siglo XIX. En el conservatorio francés de Arte y Profesión se conservan dos ejemplos de las primeras construcciones de ruedas y rodillos con cadenas que multiplicaban la superficie de rodadura...
Como ocurre con tantos otros conceptos y tantas técnicas, los fabricantes actuales nos presentan los automóviles denominados monovolumen como un diseño de la más reciente invención. Sin embargo, repasando los anales de la historia de la automoción encontramos referencias tan antiguas como el propio automóvil. Antes se llamaba a este tipo de modelo limusina o berlina de viaje. Eran grandes automóviles de seis a ocho plazas, y a veces más, con un amplio interior que permitía a los niños jugar en el suelo y a los señores llevar a sus criados, que de hecho se tenían que conformar con los traspontines plegables situados frente al gran y cómodo sofá de los señores...
Aunque resulte extraño, existieron varios constructores estrambóticos de automóviles, principalmente en los primeros años de este siglo, que colocaron el volante en la parte trasera y los pasajeros por delante del conductor, con todos sus inconvenientes...
Carlsson era más que un piloto rápido. De esos tenia muchos Saab, sobre todo en superficies deslizantes. Carlsson se convirtió en una leyenda tras el rallye Rikspokalen de 1955, donde tuvo que conducir parte de la prueba con la cabeza fuera de la ventanilla porque el parabrisas estaba lleno de hielo, sacando tanta ventaja al segundo que se permitió el lujo de parar a tomar un café...
Con los buenos resultados obtenidos de los motores con hélice como método para propulsar aviones y avionetas, algunos constructores e ingenieros estimaron que este artilugio podía también servir para mover vehículos terrestres. De hecho, durante bastantes años semejante idea se mantuvo en la cabeza de ingeniosos inventores y no faltaron prototipos a cuál más imaginativo...