El Citroën C4 fue presentado al público en el Salón de París de 1928. Era un automóvil de tamaño medio, con una clara inspiración americana en el diseño de su carrocería. Frente a un motor poco potente para el peso que debía mover, en el C4 primaban confort, seguridad y economía.
En 1932, como consecuencia de la crisis del 29, se diversificó la gama en dos modelos uno básico, el Citroën C4 IX (9 HP fiscales) y otro más lujoso, el C4 G (10 HP), que equipaba un motor de licencia Chrysler (1.766 cc y 32 CV). Ambos modelos montaban un chasis reforzado, frenos de tambor autoajustables y maletero posterior.
A finales de 1932 la gama C4 fue sustituida por el Rosalie.