En 1928 el modelo S se complementó con una versión más grande y potente, que se comercializó con la denominación SS (Súper Sport).
Para reducir el peso, se perforaron el bastidor, así como otras partes del vehículo. Con esta medida se pretendió modernizar una estructura algo obsoleta, que había perdido competitividad.
Todos los modelos venían equipados con compresor, que confirieron al motor el característico sonido agudo dominante en los circuitos europeos durante todos esos años.
En 1928 salió el SSK (versión corta, dos plazas) con mayor potencia y diversas reformas en sus medidas.
El modelo SSK debutó también en competiciones automovilísticas. Nombres como Rudolf Caracciola, Manfred Von Brauchitsch y Hans Stuck, estuvieron vinculados estrechamente a los éxitos de estos modelos. En 1932 el piloto Manfred Von Brauchitsch logró las últimas grandes victorias en algunas carreras alpinas, y también en la veloz competición de Avus en Berlín, donde alcanzó una media de 194,4 km/h.
Al año siguiente, el SSKL completó esta gama deportiva de Daimler-Benz que llegó a establecer en Avus una media de 196 km/h. Con esta versión finalizó la producción de una serie de modelos que pasaron a la historia del automóvil como los más interesantes, bellos y potentes de la firma alemana.